En el contexto actual, el sector de la salud enfrenta desafíos sin precedentes que exigen una transformación profunda en la formación y las competencias de los profesionales involucrados. En Perú, el rol del técnico en enfermería se ha vuelto crucial no solo por la creciente demanda de atención sanitaria, sino también por la necesidad de adaptarse a un entorno dinámico y en constante evolución. En este sentido, la formación de técnicos en enfermería debe ir más allá de la enseñanza tradicional, incorporando competencias del futuro que les permitan estar a la vanguardia de la salud.
Las competencias del futuro son aquellas habilidades y conocimientos que no solo responden a las necesidades actuales, sino que también anticipan las exigencias del entorno sanitario venidero. Estos incluyen habilidades técnicas, e interpersonales que facilitan una atención integral y de calidad. En este sentido, se espera que los técnicos en enfermería se conviertan en profesionales versátiles, capaces de adaptarse a diferentes escenarios y de trabajar en equipos multidisciplinarios, siempre con el enfoque en el bienestar del paciente. La empatía, la comunicación efectiva y la resolución de problemas se han convertido en competencias esenciales que complementan el conocimiento técnico.
Además, la evolución tecnológica en el ámbito de la salud ha traído consigo la necesidad de que los técnicos en enfermería se familiaricen con herramientas digitales, como la telemedicina y los sistemas de información de salud. La capacidad para manejar estas tecnologías no solo mejora la eficiencia en la atención, sino que también empodera a los pacientes, facilitando su acceso a la información y su participación activa en su propio cuidado. Por lo tanto, la formación de estos profesionales debe incluir la alfabetización digital como un componente clave en su desarrollo académico.
El enfoque en la salud pública también es fundamental en la capacitación de los técnicos en enfermería. A medida que las enfermedades crónicas y los problemas de salud mental aumentan, la prevención y la promoción de la salud se convierten en aspectos críticos de su trabajo. La educación en salud, la capacidad para identificar riesgos y la promoción de estilos de vida saludables son competencias que deben ser fortalecidas en su formación, permitiéndoles desempeñar un rol proactivo en la comunidad.
Asimismo, la ética y la responsabilidad social son pilares que deben integrarse en el currículo de formación. Los técnicos en enfermería no solo son responsables de brindar atención, sino que también deben ser defensores de los derechos de los pacientes y agentes de cambio en sus comunidades. La sensibilización sobre temas de equidad en salud y acceso a servicios es esencial para preparar a estos profesionales ante los desafíos sociales que enfrenta el país.
En conclusión, la formación de técnicos en enfermería en Perú debe orientarse hacia el desarrollo de competencias del futuro, que integren habilidades técnicas, tecnológicas, interpersonales y éticas. Esto no solo elevará la calidad de la atención en salud, sino que también fortalecerá el papel de estos profesionales como líderes en la transformación del sistema de salud. Con una educación adecuada y actualizada, los técnicos en enfermería podrán enfrentar los retos de un mundo en constante cambio, contribuyendo de manera significativa a la salud y bienestar de la población. Asimismo, se fortalecerá las prioridades establecidas por el Ente Rector en Salud: Ministerio de Salud para la etapa 2024-2030.